Tiago Coelho
- Brasil
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Balneario alegría
La pequeña ciudad de Guaíba, en el sur de Brasil, se encuentra a orillas del lago del mismo nombre y tiene 100.000 habitantes. Un aspecto llama la atención del lugar: una gran fábrica de celulosa, la única en el mundo situada dentro de una urbe. Desde casi todos los puntos de esta población se puede visualizar el gigante de concreto con sus imponentes chimeneas. Muchos sostienen que la fábrica contribuye a la economía local, pero algunos residentes están luchando por mejores condiciones en la calidad de vida de la región, así como por la reducción en el impacto ambiental y social que produce la polución.
La contaminación es prácticamente invisible y quienes la sufren más son los residentes del sur de la ciudad, los verdaderos "vecinos" de la fábrica. Es precisamente ahí que encontramos los principales daños generados por su operación: el olor a azufre y a cloro, el constante ruido, gases tóxicos, humo, polvo y hollín.
Retrato: Serena Salvadori