Yang Yongliang
País de las maravillas artificiales es una serie iniciada en 2010. Yang Yongliang utiliza imágenes arquitectónicas como pinceladas; pesadas rocas de montaña con detalles enriquecidos hacen referencia fiel a la pintura paisajística de la dinastía Song. El desarrollo urbano hace que la vida en la ciudad prospere, pero también aprisiona estas vidas. La antigua tradición cultural China está muy arraigada, pero también permanece estancada. Los antiguos chinos pintaron paisajes para alabar la grandeza natural; las obras de Yang, por el contrario, invitan a repensar de manera crítica la realidad contemporánea.
En País de las maravillas artificiales II (2014), hay réplicas digitales de dos pinturas de maestros de la dinastía Song: Viajeros entre montañas y corrientes (Fan Kuan) y Bosque invernal bajo la nieve (anónimo). Mientras que los paisajes antiguos parecen atemporales, la interpretación de Yang de este último trabajo es una imagen nocturna, titulado Bosque invernal en la noche. La serie de 2014 presenta un gran avance en términos de técnica digital -la pieza es más grande que nunca y enriquecido con imágenes formidablemente detalladas. Además, Yang integró rocas naturales de montaña con el inconfundible paisaje artificial por primera vez. Las imágenes de rocas de montaña se toman sobre todo en Islandia y Noruega. En 2015, País de las maravillas artificiales II fue finalista de Prix Pictet -el premio mundial sobre fotografía y sustentabilidad.
Día de la noche perpetua y Noche del día perpetuo, son dos piezas que ejemplifican una línea del trabajo reciente de Yang Yongliang en video, donde el paisaje tradicional extiende una narrativa entre una temporalidad sutil y una atemporalidad difusa. Con la misma técnica rigurosa que caracteriza sus imágenes fijas, en estos videos hace uso del tiempo como una herramienta más para enfatizar la paradoja de nuestro tiempo: ese cruce de caminos entre la nostalgia necesaria, el caos nuestro de cada día y la imaginación.
Noche de día perpetuo. Ver video muestra aquí
Día de noche perpetua. Ver video muestra aquí
País de las maravillas artificiales es una serie iniciada en 2010. Yang Yongliang utiliza imágenes arquitectónicas como pinceladas; pesadas rocas de montaña con detalles enriquecidos hacen referencia fiel a la pintura paisajística de la dinastía Song. El desarrollo urbano hace que la vida en la ciudad prospere, pero también aprisiona estas vidas. La antigua tradición cultural China está muy arraigada, pero también permanece estancada. Los antiguos chinos pintaron paisajes para alabar la grandeza natural; las obras de Yang, por el contrario, invitan a repensar de manera crítica la realidad contemporánea.
En País de las maravillas artificiales II (2014), hay réplicas digitales de dos pinturas de maestros de la dinastía Song: Viajeros entre montañas y corrientes (Fan Kuan) y Bosque invernal bajo la nieve (anónimo). Mientras que los paisajes antiguos parecen atemporales, la interpretación de Yang de este último trabajo es una imagen nocturna, titulado Bosque invernal en la noche. La serie de 2014 presenta un gran avance en términos de técnica digital -la pieza es más grande que nunca y enriquecido con imágenes formidablemente detalladas. Además, Yang integró rocas naturales de montaña con el inconfundible paisaje artificial por primera vez. Las imágenes de rocas de montaña se toman sobre todo en Islandia y Noruega. En 2015, País de las maravillas artificiales II fue finalista de Prix Pictet -el premio mundial sobre fotografía y sustentabilidad.
Día de la noche perpetua y Noche del día perpetuo, son dos piezas que ejemplifican una línea del trabajo reciente de Yang Yongliang en video, donde el paisaje tradicional extiende una narrativa entre una temporalidad sutil y una atemporalidad difusa. Con la misma técnica rigurosa que caracteriza sus imágenes fijas, en estos videos hace uso del tiempo como una herramienta más para enfatizar la paradoja de nuestro tiempo: ese cruce de caminos entre la nostalgia necesaria, el caos nuestro de cada día y la imaginación.
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Lei Lei + Thomas Sauvin
Beijing Silvermine es un proyecto del fotográfo francés Thomas Sauvin que rescata el registro fotográfico de los habitantes de Beijing posterior a la revolución cultural. Desde 1985 momento en que la fotografía (de 35 mm principalmente) se populariza en China, hasta alrededor del 2005, fecha en que se abre paso a la fotografía digital.
Durante varios años, Sauvin se dedicó a recolectar negativos (muchos de ellos nunca impresos), recuperados de una planta de reciclaje en el borde de Beijing. Tras una exaustiva selección y digitalización, ha generado un interesante archivo de más de medio millón de negativos de 35 mm que se ha vuelto un interesante registro de la vida pública y privada de los habitantes de esa ciudad. Recordemos que en los últimos 20 años China ha tenido una apertura económica sin precedentes, lo cual ha redefinido totalmente la forma en que los habitantes de sus ciudades prosperan, viajan, consumen y se recrean.
Este acopio de material de procedencia anónima ha sido materia prima para la edición de una colección de fotolibros y exhibiciones, donde el trabajo de edición de Sauvin es el aporte autoral para la reinterpretación de una forma de apropiación, que incluso ha sido punto de partida para piezas colaborativas como la animación del artista visual chino Lei Lei, quien seleccionó 3000 de estas imágenes para elaborar en 2013 una pieza audiovisual títulada precisamente Recycled. Por su parte el realizador Emiliad Guillermine produjo un breve documental que da testimonio de la experiencia de Sauvin y su exhaustivo y meticuloso proceso de recolección, selección, edicion y digitalización de esas miles de imágenes rescatadas.
Así, el trabajo de Sauvin permite acercarnos a una parte de la memoria colectiva de la sociedad china actual y entender como ésta ha ido modificando sus dinámicas culturales en los últimos años, y por otra parte nos acerca de una manera diferente a la experiencia de la apropiación y el reciclaje visual en un tiempo en que la producción y consumo masivo de imágenes nos lleva a entender la importancia, pero sobretodo las enormes posibilidades autorales del editor y curador para generar nuevos discursos.
Beijing Silvermine es un proyecto del fotográfo francés Thomas Sauvin que rescata el registro fotográfico de los habitantes de Beijing posterior a la revolución cultural. Desde 1985 momento en que la fotografía (de 35 mm principalmente) se populariza en China, hasta alrededor del 2005, fecha en que se abre paso a la fotografía digital.
Durante varios años, Sauvin se dedicó a recolectar negativos (muchos de ellos nunca impresos), recuperados de una planta de reciclaje en el borde de Beijing. Tras una exaustiva selección y digitalización, ha generado un interesante archivo de más de medio millón de negativos de 35 mm que se ha vuelto un interesante registro de la vida pública y privada de los habitantes de esa ciudad. Recordemos que en los últimos 20 años China ha tenido una apertura económica sin precedentes, lo cual ha redefinido totalmente la forma en que los habitantes de sus ciudades prosperan, viajan, consumen y se recrean.
Este acopio de material de procedencia anónima ha sido materia prima para la edición de una colección de fotolibros y exhibiciones, donde el trabajo de edición de Sauvin es el aporte autoral para la reinterpretación de una forma de apropiación, que incluso ha sido punto de partida para piezas colaborativas como la animación del artista visual chino Lei Lei, quien seleccionó 3000 de estas imágenes para elaborar en 2013 una pieza audiovisual títulada precisamente Recycled. Por su parte el realizador Emiliad Guillermine produjo un breve documental que da testimonio de la experiencia de Sauvin y su exhaustivo y meticuloso proceso de recolección, selección, edicion y digitalización de esas miles de imágenes rescatadas.
Así, el trabajo de Sauvin permite acercarnos a una parte de la memoria colectiva de la sociedad china actual y entender como ésta ha ido modificando sus dinámicas culturales en los últimos años, y por otra parte nos acerca de una manera diferente a la experiencia de la apropiación y el reciclaje visual en un tiempo en que la producción y consumo masivo de imágenes nos lleva a entender la importancia, pero sobretodo las enormes posibilidades autorales del editor y curador para generar nuevos discursos.
Peter Steinhauer
Desde 1993, Peter Steinhauer ha estado documentando las muchas facetas de la cultura asiática.
En su primera visita a Hong Kong en enero de 1994, al llegar al viejo Aeropuerto Internacional Kai Tak, Steinhauer notó una estructura muy grande contenida en una jaula de bambú y arropada por material amarillo. Se sintió impresionado por esta estructura monumental que resaltaba bajo un dosel de nubes mientras brillaba contra la silueta urbana monocromática. Así comenzó la fascinación de Steinhauer con estas estructuras multicolor.
Aunque antes se practicaba en toda Asia, Hong Kong es el último baluarte de los constructores de andamios de bambú. El título Cocoon (Capullo) fue una elección natural para esta obra. El marco: una metamorfosis, como la que transforma a las orugas en mariposas. El material coloreado descubierto ceremoniosamente revela una cara completamente nueva, como un capullo que se revela a sí mismo por primera vez.
Desde 1993, Peter Steinhauer ha estado documentando las muchas facetas de la cultura asiática.
En su primera visita a Hong Kong en enero de 1994, al llegar al viejo Aeropuerto Internacional Kai Tak, Steinhauer notó una estructura muy grande contenida en una jaula de bambú y arropada por material amarillo. Se sintió impresionado por esta estructura monumental que resaltaba bajo un dosel de nubes mientras brillaba contra la silueta urbana monocromática. Así comenzó la fascinación de Steinhauer con estas estructuras multicolor.
Aunque antes se practicaba en toda Asia, Hong Kong es el último baluarte de los constructores de andamios de bambú. El título Cocoon (Capullo) fue una elección natural para esta obra. El marco: una metamorfosis, como la que transforma a las orugas en mariposas. El material coloreado descubierto ceremoniosamente revela una cara completamente nueva, como un capullo que se revela a sí mismo por primera vez.